La apertura de los mercados internacionales significa un gran desafío para nuestra economía emergente, este reto debe ser afrontado con mucha responsabilidad, aplicando estrategias innovadoras que conlleven a elevar los niveles competitivos.
En este sentido, el cliente no sólo compra un producto o servicio, el cliente compra calidad, y las empresas que compiten con éxito en los mercados son aquellas que han adoptado la calidad como su principal variable de competencia. La globalización de las economías presenta grandes desafíos para los empresarios, que tienen la oportunidad de aplicar mecanismos innovadores de gestión, de utilizar herramientas empresariales que les permita afrontar con éxito la cada vez más difícil competencia.
Uno de estos desafíos lo constituyen los Tratados de Libre Comercio, y al hablar de estos se debe pensar en un mercado de dimensiones globales, de nuevos clientes, con numerosas y diferentes exigencias. Los competidores del ayer ya no son lo mismo y, si bien es cierto el mercado ha crecido, las fuerzas competitivas que lo manejan también, ahora son más fuertes y la competencia más agresiva.
El permanecer en este mercado no es cuestión del azar, ni de subsidiar precios, la única forma de seguir compitiendo es crear valor a nuestros productos y servicios y aprovechar nuestras ventajas competitivas. En este aspecto una certificación de calidad, bajo la norma ISO 9001:2008, nos diferencia de la competencia, ya que permite a las empresas, insertarse en este mercado global, ya que los grandes compradores buscan que sus proveedores mantengan la calidad de sus productos, hagan sus entregas en los plazos acordados y que tengan una adecuada capacidad de respuesta a sus nuevas necesidades. Un sistema de gestión es ayudar a lograrlo.
La implementación de Sistemas de Gestión de Calidad se ha constituido hoy en día en una importante herramienta de Competitividad para que las empresas provean o brinden productos o servicios con éxito en cualquier mercado, sin importar su tamaño, rubro o lugar donde laboran. Ello a través de la redefinición de sus estrategias y procesos de gestión que satisfagan los requerimientos cada vez más exigentes del cliente. Por ello, por eso, surge la necesidad de implementar sistemas de gestión de calidad que aseguren a las empresas operar a estándares internacionales de calidad.
A través de la implementación del Sistema de Gestión de Calidad el cliente obtiene una mayor confianza y satisfacción de los productos y servicios que adquiere. A su vez, la organización controla sus procesos, incrementa la eficiencia (minimiza errores), reduce costos de no calidad y obtiene reconocimiento. En tanto, el personal se beneficia con un mayor conocimiento de los procesos, eleva su moral y mejora su identificación con la empresa, además de desarrollar el trabajo en equipo.
Es en este contexto que algunas empresas necesitan la implementación y certificación:
- con fines de exportación,
- para demostrar en el mercado local que sus procesos están controlados y se basan en normas internacionales de gestión,
- por exigencia de sus principales clientes,
- por considerar a estas normas una herramienta de gestión gerencial dirigidas a mejorar el desempeño de su organización,
- interesadas por decisiones corporativas.
Como recomendación lo primero es aprender a gestionar eficientemente sus procesos y aprender a descubrir oportunidades de mejora siempre con la mira de alcanzar sus objetivos y metas y, lógicamente, satisfacer el mercado en donde se desenvuelven, teniendo esto como principio, la norma ISO 9001 es una eficiente herramienta de gestión y que ayuda a las organizaciones a cumplir los objetivos establecidos. Además es una norma de carácter internacional y lo suficientemente flexible para adecuarse a cualquier sector de negocio y tamaño de organización.
Dentro de todo esto, el reto más difícil es el de tomar la decisión de iniciar el proceso de implementación del ISO 9001.
Muchas gracias por su atención,
Atentamente,
Ing. Vladimir Víctor Ramirez Martinez
Gerente General de QUALITY ADVANCE